¿El SEXO tiene edad?



¿Podemos decir realmente que el sexo no tiene edad?
Creo que sí. El placer sexual no está influido por la edad, al menos “NO necesariamente”. 
Probablemente la edad tenga más que ver con la forma en que vivimos el sexo y las ganas que tengamos de tener nuevas experiencias.
Nadie nos educa para disfrutar de los placeres sexuales. Está en cada uno el interesarse en explorar para así disfrutar al máximo.
Es indudable que una vida sexual plena ayuda al bienestar personal y a desarrollarnos como personas.
Todo es parte de un proceso, de un aprendizaje. No se puede pretender actuar sólo por instinto habiendo tanto por descubrir.

Un adolescente, en plena revolución hormonal, desbordará energía. Esto le compensará su falta de recursos, y a medida que vaya experimentando y explorando se animará a abrir más puertas y más puertas aún aparecerán para abrir.
En la adolescencia tenderemos a darle un mayor valor a la cantidad que a la calidad, y muy probablemente el acto en sí se desarrollará con más rapidez, casi siempre por el mismo motivo...el no tener un espacio para ese encuentro.
Según como se mire este hecho tiene su beneficio: difícilmente caerás en la rutina y la adrenalina correrá por tu cuerpo a mil.


A medida que se vaya adquiriendo madurez se buscará ahondar en la experiencia en sí. El hecho de contar con un espacio y tener un tiempo para el disfrute será la mejor manera de desarrollar la sexualidad en su plenitud. Habrás experimentado más y habrás descubierto zonas y posibilidades de tu cuerpo abriendo un abanico de posibilidades tan amplio como tu mente lo permita.

Otra etapa diferente, que poco tiene que ver con la edad, es cuando llegan los hijos “a compartir la cama”...y no me refiero al término literalmente, sino al tener que compartir espacio y tiempo. En definitiva a adolecer de intimidad.
Dentro del espacio de convivencia hay que reservarse un “lugar privado” y que los hijos sepan que allí sólo pueden estar los padres. Por supuesto esto no está al alcance de todos, pero en ese caso vale recurrir a alguien que se los lleve por unas horas y dedicarnos a disfrutar en pareja.
Muchas parejas quedan tan absorbidas por la vida familiar que se exponen a “separaciones sexuales” muy difíciles de volver a encaminar.
Para aquellos que no tienen hijos también puede que en esta etapa estén desarrollando su carrera profesional o un proyecto personal que les engulla por completo. Pero siempre tendrán más facilidades para encontrar un tiempo para la intimidad.

¿Y cuando las hormonas se niegan a responder?...¿es el fin?...pues claro que no. Aunque empiece una etapa difícil, hoy en día hay métodos para compensar los cambios que aparecerán, nos guste o no. 
Una solución posible: un tratamiento de sustitución hormonal. Si se logra el equilibrio se descubrirá que probablemente sea la etapa de mayores posibilidades en cuanto a nuestra vida sexual. A estas alturas, con un amplio conocimiento de nuestro cuerpo, con el bagaje de nuestras experiencias y con una mente abierta nuestros complejos y tabúes quedarán fuera de nuestro ámbito. Si habías llegado hasta aquí y tenías cosas pendientes en el sexo, esta época puede ser la de mayor plenitud que jamás hubieras imaginado. ¿O crees que no puede ser así?




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