¿Qué sabes del "sexo prohibido"?

Algunos tips para disfrutar de a dos

Aunque cada vez nos animamos más a hablar del tema, el SEXO ANAL sigue estando en la conciencia colectiva como algo prohibido, del que pocos tratan. 

Creo que es de los más grandes tabúes que existen en cuanto a sexo se refiere. El pudor se impone con la fuerza de lo censurado, lo sucio, lo feo.

Es probablemente la práctica sexual que más duramente se juzga. Trataré de abordar esta otra expresión de la sexualidad, como cualquier otra.
Si te interesa, si te gusta, hay algunas claves que te ayudarán a disfrutar.

Para empezar:

- Hay razones fisiológicas que hacen que el sexo anal resulte placentero. Los músculos y las terminaciones nerviosas que se ponen en juego durante el acto sexual incluyen al ano. Toda la zona perianal, o sea, la que delimita el orificio, es muy sensible. No es necesario que nos introduzcan algo para que podamos vivir sensaciones increíbles; con besos y caricias también es posible gozar.

- La apertura de los esfínteres es más estrecha que la de la vagina y esto puede hacer que la penetración se sienta con mayor intensidad tanto para nosotras como para nuestra pareja.

- ¿Siempre duele?, éste es otro de los mitos. Si hay dolor es que el ano no está suficientemente relajado y dilatado. Es un mensaje del propio cuerpo que está pidiendo más suavidad o más tiempo.


Algunos trucos para hacerlo más placentero

Relajarse: es importante que los dos compartan las ganas de hacerlo y se sientan tranquilos y cómodos con la decisión.

Nivel de excitación: cuanto más excitados estén, más aumentará la libido y mayores serán las ganas de intentar nuevas experiencias y probar nuevos caminos.

Recursos: en primer lugar, como siempre, los juegos previos. Acariciar la zona. ¿Por qué no recurrir a algún juguete indicado para el sexo anal? si es la primera vez, el apropiado para ello. Muy importante mantener la estimulación del clítoris para ayudar a dilatar, y otro secretito es contraer el esfínter con intensidad (lo contrario de dilatar) durante la penetración. El músculo se “cansa” y se relaja más rápido.

Lubricación: cuando ambos se sientan preparados y para facilitar la penetración, lo recomendable es usar un lubricante, preferentemente de base acuosa. Hay muchos productos de este tipo que te pueden ayudar. Tu compañero debe asegurarse de ir sin prisa y suavemente, atendiendo a lo que pidas.

Precauciones y cuidados: el varón debe utilizar preservativo “siempre”, por su seguridad, aunque se trate de hacerlo con una pareja estable. La zona tiene que estar muy bien higienizada y recordar que, aunque él tenga preservativo nunca penetrará la vagina después de haberlo hecho por el ano, salvo que haya un cambio de condón. Todo esto porque en el interior hay presencia de bacterias que pueden provocar enfermedades urogenitales entre otras.

Lo importante es que lo hagas siendo respetados tus límites, ésos sólo los conoces tú. El sexo tiene que ser compartido, con diversión y códigos de complicidad. Nunca tienes que sentir que lo haces por obligación sólo porque el otro lo desea. Si no te gusta o no sientes suficiente confianza en tu pareja sólo tienes que decir que no.

Pero si te animas a probarlo, puede que descubras una fuente de placer inigualable. ¿Por qué? Porque la zona es súper sensible.



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