Síndrome pre menstrual

O la versión femenina del Dr. Jekyll y Mr. Hyde 

En la sociedad actual una mujer tiene una media de 2,4 hijos, esto significa que, excluyendo la etapa del embarazo y el postparto, padece el síndrome menstrual unas 350 a 400 veces durante el período que va desde los 12 a los 50 años. Y si no tiene hijos, esta cantidad asciende a 500 veces.

Durante los 21 días después de la menstruación, el estrógeno provoca una sensación de bienestar y positividad a la mayoría de las mujeres. Su apetito sexual va aumentando gradualmente hasta los días 18 a 21 después del  período en que los niveles de testosterona alcanzan su nivel máximo. 
Nuestro reloj biológico hace que aumente el deseo en los días más propicios para concebir. 
Por algo me decía mi madre: “ cuando más hay que cuidarse, refiriéndose a evitar el embarazo, es cuando más ganas tengas”...sutil manera de reprimir mi estreno en el terreno sexual. 
Aunque en realidad tenía razón. 
Las historias de las que han sido víctimas del aumento de sus niveles de testosterona se multiplican. Así escuchamos relatos de mujeres que dicen haber terminado en la cama con alguien por haber sentido una atracción irresistible, como un impulso de deseo desenfrenado. ¿Qué fue lo que pasó?, ¿acaso obró el destino o un poder desconocido? No. Mucho más simple que eso: esa mujer conoció a ese hombre en el momento adecuado del mes, en el que tenía más probabilidades de concebir. 

Lamento romper de esta forma el mito del “amor a primera vista”, arrasando el momento culmen de telenovela. Se trata más bien del “amor a golpe de testosterona”.
¿Qué no darían los hombres por conocer nuestro estado hormonal para saber cuándo abordarnos con perspectivas de éxito? 
¿Pero qué pasa después del “subidón”? 
Es aquí donde digo que el calendario menstrual lo tendría que seguir nuestro compañero por nosotras, así entenderían qué nos pasa cuando ni nosotras mismas podemos describirlo. 
Entre los días 21 y 28 después del período, las hormonas femeninas experimentan una disminución dramática, que desencadena una variedad de síntomas emocionales conocidos como “síndrome pre menstrual” para nosotras, o "síndrome de Mr Hyde" para ellos. 
La mayoría de las mujeres se sienten tristes y deprimidas. Algunas experimentan reacciones tan fuertes que sienten que cambia su personalidad, que están “fuera de control”. En algunos países constituye un atenuante de las condenas cuando se trata de juzgar por delito a mujeres durante esa fase.

En esos días, antes de la llegada del período, tenemos que ver cómo nuestro cuerpo se hincha como un globo, cómo nuestras reservas de energía bajan a cero o cómo nuestro sistema lagrimal se activa a la menor oportunidad.
Retención de líquidos, hipersensibilidad, cambios de humor, dolor generalizado, fatiga... 
El estrés psicológico es el que más afecta nuestras relaciones personales, especialmente con el sexo masculino, que no entiende el por qué de nuestro repentino cambio.

Como respuesta a las variaciones hormonales nuestro cuerpo reacciona con sentimientos contradictorios. Se viven días de gran sensibilidad emocional, por lo que es habitual pasar del amor al odio, de la ira al cariño, de la tristeza a la alegría, en cuestión de segundos.
Si como dice el viejo refrán “todo depende del color del cristal con que se mira”, en estos días sólo existe un color: el negro. 
Disminución de la autoestima, ataques de llanto y depresión, constituyen los ingredientes fundamentales de nuestro estado pre menstrual. Ni qué decir de la libido, que en esos días tendríamos que rastrear para saber dónde se ha metido. 
A todo esto hay que añadir la ansiedad que produce el sentir que nuestras emociones están descontroladas. 

El síndrome pre menstrual no es un invento de la mujer para ser el centro de atención durante los días previos a la regla, como opinan algunos hombres. El cuerpo femenino se convierte en ese tiempo en una auténtica bomba hormonal que nos afecta tanto en lo físico como en lo emocional, transformándonos en seres desconocidos necesitados de afecto, cariño, paciencia y de una sobredosis de comprensión y ternura.

Si no estáis dispuestos a ello...entonces HUID. 


¿Entenderán algún día los hombres el síndrome pre menstrual como una respuesta natural del organismo y no como una situación caprichosa y neurótica asociada a la condición femenina? 


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